Soy un ser moral, independiente y autónomo, y por lo tanto
(esencialmente) no social


jueves, 28 de junio de 2012


Me pareció verlo. Sentado en una máquina. Desde la vidriera. En ese ciber. Como siempre. Me detuve. Me di cuenta. No era él. Era como él. Pero dentro. De cuatro años. Quise. Mandarle un mensaje. Contarle. Que tenía un doble. Que le iba a quedar muy bien. Dejarse la barba crecer. Me pareció que no. Que no iba a entender. Por qué. Le escribía. Después. De cuatro años. Sin vernos. Ni hablar. Para decirle. Eso.

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